lunes

Quién carajos es Godot?

Él bien puede ser reflejo trunco de mi mala memoria, un orbe intemporal que nunca se nombra; una llamada sin contestar a un futuro que quizás ni exista.   O quizás sea un mal sueño, la cita con mis quimeras nocturnas; o un deseo alto de ojos grises que cabecea en el diván de la ilusión mientras frota su descuidada barba y enarca su ceja izquierda. Y aunque es esquivo y demora su llegada, aguardo, a diario, absorta en medio de este “no ocurrir nada”, sacudiendo de tarde en tarde el polvo de la desesperación que vuelve, manso, con el crepúsculo.