miércoles

Hadas de cuento

Hubo una vez

Una princesa sin sangre azulada
Encerrada en una torre
Y desprovista de corona,
Que contaba ovejas de humedad en la pared.
Se le habían descolgado las ideas,
(le quedaban ya por el ombligo)
Y que entre los pliegues de la noche
Guardaba todos los sueños del mundo.
Envuelta en protocolos,
Sentada aguarda en su sillita de oro,
Pensando tal vez en el rey de las islas esmeralda,
En cuyo imperio siempre duerme el sol.
Una tarde cualquiera de un martes cualquiera,
Desvestido de realeza cuerpo y alma,
Cota de malla agujereada
Y espuelas oxidadas,
Paje embutido en harapos
Rocín famélico
Tras tantos viajes psiconáuticos.
Pisoteando la conciencia de estar existiendo
Mira con la incomodidad de la cabeza torcida
A la de los ojos castaños.
¿A quién se le ocurre vivir en un séptimo sin ascensor?
Y jadeante maldice
A todos los Ulises y a Calderón de la barca
Y a todos los productores de cine americano.
Se despierta la madrastra
¿y ahora qué?
Él morirá y ella morirá,
Y un día morirá el corcel que cabalgó millas
Y se borrarán las millas cabalgadas.
Morirá después la torre y también la heladería de la esquina,
Y sepultarán las piedras los sabores del verano.
Después morirá la estrella que alumbró todo esto.
Y mientras, en otros mundos
Otros Él cabalgarán millas
Mientras otras Ella duermen la espera
Entre sábanas de 75% algodón.

jueves

Se rompa el mundo

Un punto. Al trote un perro negro, creció ante mi vista. Un aullido. Manada de lobos. Se acercan, hocicos al aire olfateando la pudredumbre de vidas pasadas. Su ladrido es mi aplauso. Cascadas de fauces se hunden en la carne. Lenguas ásperas serpentean. Sangre fluyendo, desplegando muchas crestas. Olas. Una de cada tres rompiéndose, salpicando. Tinte bermejo, olor a óxido y a sal. Muerte. Cadáveres en la arena, ojos en el suelo. Aquí yace el cuerpo del hombre. De todos los hombres. Arena suelta y trozos de conchas calzan sus pies. El pelo le flota en el aire. Huye el sol. A través de las arenas de todas las playas, seguido por la espada flamígera del viento, hacia tierras de poniente. Cuerpo inmóvil. La parálisis general de los alienados. Cuerpo lánguido, blancoespumademar, rielando sobre la sombría marea. Puesta de sol con sabor a ceniza.

martes

Caras largas

Había una vez un país donde no existía el dinero, todo se compraba y vendía con sonrisas.
Todos sus habitantes acabaron arruinados; ninguno de ellos quería compartir su riqueza.

jueves

Interrail



Noches como éstas,
Con París al fondo de las botellas
Y Manhattan derritiéndose
En los hielos últimos de la Ginebra.
Milán surgiendo
En el cristal de bronce
De una nueva copa,
Londres bajando por los escotes
De las camareras,
Y Venecia, OH Venecia,
Naciendo, llameante,
En el Crepúsculo de cristales y
músicas de un nuevo brindis.

domingo

Ortografía

Sentada en el punto de la i
De un mal poema,
Te miro.
Llegas lleno de interrogaciones,
Pongo un signo de exclamación
En tu cintura,
Con faltas de ortografía
Sobre el cabello,
Con la diéresis, del pecho,
Insinuante.
En la primera coma
Te paras y me miras,
En el segundo diptongo
Te atreves a besarme,
Y luego puntos suspensivos,
Y después punto y aparte.

miércoles

Give me Time

Cambiaría el mundo desde la "M" hasta la "O";
reescribiría la historia de Romeo y Julieta, Eco y Narciso, Yoko y Lennon.
Pintaría sonrisas en cada boca de alcantarilla;
echaría abajo el senado con semicorcheas blindadas;
correría los 500 ásperos kilómetros que me separan del mar.
Nadaría en ríos de tinta; me broncearía bajo la luna en cuarto menguante;
abriría todas las jaulas y quebraría las cadenas de tu vergüenza.
Sería una "bandwoman" y soñadora a tiempo completo;
recorrería Irlanda en bici y cruzaría el estrecho en busca del sol.
Cantaría en los pasillos del metro "Like a Rolling Stone";
tomaría un taxi a ninguna parte, cerraría todos los bares y "Bark at the Moon".
Colgaría el cartel de "agotado" en todas las librerías; coleccionaría billetes de avión
y cocinaría a fuego lento todas tus miradas para devorarlas entre horas.
Caminaría en línea recta y cruzaría el horizonte un millón de veces;
aprendería una palabra nueva cada día y sería capaz de hablar en chino.
Y tal vez aprendería repostería o artes marciales,
para defenderme de los golpes bajos de la vida; o quizás algunos cócteles
para emborrachar al tiempo y encadenarlo a la barra del bar.

He perdido el mojo...


...entre sonrisas desdentadas,
en oscuros callejones de adoquines rotos.
Se ahoga en cerveza negra,
en lencería barata, nubes de alquitrán,
el monte de Vulcano, las bragas de Venus.
Sé que se acuesta con alguna mala puta de labios de neón;
sus gritos comprados llaman a mi puerta los días pares
y las musas los impares vomitan sus versos al viento del este,
que van a parar al río de la miel,
y se clavan hasta el tuétano de este verso.

martes

Y entonces, despertamos

Fue un instante sin fin,
Sin tiempo para soñar,
Un laberinto
De inhóspitas circunferencias
En las aguas profundas
Que acunan
Fantasmas de humo,
Cigarrillos consumidos,
Polvo de estrellas,
Canciones en prosa
y pájaros que no cantan.
Fueron tiempos en que la locura,
Murmurando su tonada estival
Se follaba a la adusta libertad
En colchones de rizados nenúfares
Entre los suspiros de libélulas
De chocolate amargo.
Fue un otoño homicida,
Un caminar de bruces
Sobre la espalda de las hojas
Perdidas en el letargo de los siglos.
Sollozan las luciérnagas
Exiliadas en la sombra del deseo,
La ausencia de la luz oscurecida.
Y las ranas,
De hierba en hierba,
Amaban a la luna
Todas las noches.

sábado

El único poeta verdadero es el soñador

¿Qué son los sueños? Pues una desordenada disposición de recuerdos inconexos, una embrollada sucesión de pensamientos que una vez estuvieron presentes en la conciencia insomne. Es una resurrección de todos los muertos en tropel (justos e injustos, nuevos y antiguos) que, emergiendo de sus tumbas resquebrajadas -con las mismas ropas que llevaban en vida-, corren desordenadamente para conseguir una audiencia del director de todo ese baile mientras se desgarran los vestidos unos a otros, allá donde se pudren las hojas de los otoños perdidos.

miércoles

Hoy no pienso pasar el aspirador

Debajo de mi cama,
junto a una montaña de calcetines,
la desesperación de un beso tardío,
juegan los gnomos con las ociosas pelusas.
Corren, saltan, ruedan,
hacen el amor tras las patas carcomidas,
peinan y colorean sus melenas
 con tintes otoñales de hojas
secas, caídas, olvidadas y pisadas;
corrigen las faltas de ortografía de intentos de poesía
arrugados, doloridos, rasgados, tatuados
en tinta negra escupida por un bic de 60 céntimos;
colocan el polvo en las estanterías, 
sepultan bajo él los libros gastados, 
desvaídos, incomprendidos, asexuados; 
distraen al gato, le atusan los bigotes 
y charlan con sus malas pulgas;
esconden mis zapatillas grises
y me recuerdan he de actualizar el antivirus. 
Y por las noches ofrecen en sacrificio ácaros vírgenes 
afincados en mi alfombra azul; 
y juran ante el altar de Lewis Carroll 
obediencia absoluta y total dedicación 
al desorden, el rock&roll y la cerveza.

lunes

Quién carajos es Godot?

Él bien puede ser reflejo trunco de mi mala memoria, un orbe intemporal que nunca se nombra; una llamada sin contestar a un futuro que quizás ni exista.   O quizás sea un mal sueño, la cita con mis quimeras nocturnas; o un deseo alto de ojos grises que cabecea en el diván de la ilusión mientras frota su descuidada barba y enarca su ceja izquierda. Y aunque es esquivo y demora su llegada, aguardo, a diario, absorta en medio de este “no ocurrir nada”, sacudiendo de tarde en tarde el polvo de la desesperación que vuelve, manso, con el crepúsculo.

martes

Pure Morning

Recuerdas aquel día
que fingimos ser bipolares,
disolvernos en el tiempo etílico,
querernos a más no poder
y pudiendo volar
con ayuda de las hélices
de la Quimera.
Nos declaramos República
y nos coronamos con ganas
presidentes de un estado
de fiebre federal.
Pintamos de sudor
aquella esquina
donde los Napoleones se follaban
a sus Josefinas.
Arpegiamos las aceras
y rasgamos la carretera
con canciones de cuatro acordes
en cejilla dos.
De alfombra Radiohead
y la música de fondo,
patrocinada por un viejo
colchón de muelles.
Y odiamos la mañana
que se abría paso
y chocaba contra el muro
de las lamentaciones
aquel sábado por la mañana.

domingo

Necesito tiempo sin tiempo.

Destejamos la memoria, de esta rueca del tiempo,
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
o tal vez mañana, del tiempo
cóncavo, azul profundo,
o ultravioleta, no importa el color.
Más allá de los grises páramos
que recorría aquel hidalgo
que soñaba con ser caballero y al fin lo fue.
Dejemos de recorrer el techo de mañanas frías,
de buscar cualquier agujero
donde enterrar la niñez.
Demos cuerda a ese insomnio nocturno,
déjame perder el tiempo entre los bemoles
y sueños sostenidos por la delgada línea
roja de tus labios.
Olvida el presente,
ya es el porvenir o el olvido,
acepta la limosna de los días
y el impuesto de las noches.
Y no te des prisa, pues
somos lentos prisioneros
de un tiempo descafeinado.

"TICKING AWAY THE MOMENTS
THAT MAKE UP A DULL DAY
YOU FRITTER AND WASTE THE HOURS
IN AN OFFHAND WAY".

viernes

MARINERO POETA

"Embelesada, sobre las piedras
sueña la barquilla, que un marinero
venía limpiando la orilla
entre espumas blancas
lo traían las olas
las "CANCIONES DEL PIRATA"
en vez de una caracola.
Cuando soplaba "EL VIENTO DEL SUR"
la "MAREJADA" era Literatura
y el faro destelleando luz
vestían su Caleta
cual si plata pura.
Los cantes del Beni de Cai
los bautizastes de caracolero
disfrazastes los amores
de "PEPA DEL MENTIDERO"
en "LAS MIL Y UNA NOCHES
DE TU HORTENSIA ROMERO".
Del Carnaval
tu fuiste pregonero
y de Nerón te cachondeaste
tu corona de mojarras
ceñía en tu frente ¡QUE CHIRIGOTERO!
¡Qué te importaba el planeta
si eras el Nobel caletero!
Mirando al mar
en las auroras escritas están tus notas
y a la orilla vuelven cada día
buscándote las gaviotas.

martes

Yo soy pelota de ping pong...

Inconstante y absurda,
irregular, accidentada,
Olvidadiza, despistada, torpe
mediocre a media jornada,
brillante solo a veces,
instintiva, fría y calculadora.
Una mala primera impresión,
sudaderas XL, vaqueros gastados,
desaliñada, pelirroja,
metro setenta de miedo y dudas.
Corriente como nadie,
especial como todos,
guitarra y voz,
intento de acertadas notas de piano,
ilustradora de imposibles,
contadora de mentiras
intento de literata.
Inmadura, el conejo blanco
que siempre llega tarde,
enamorada de los sábados por la mañana.
Nostálgica, renacentista,
ilusa, roja, amarilla y morada,
viajera, transoceánica.
Friolera, inconformista,
parlanchina, la sonrisa
de las diez de la mañana
mojada en leche con cola cao.
"Yo no soy yo,
soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pié cuando yo muera".

lunes

And now... Silence

Lo que esconde tu silencio
palabras rotas sobre un lienzo gris;
valores secos, heridas frías
que se llevan tu aliento.
El silencio esconde todo el dolor
reprimido, miles de engaños
ahogados en lágrimas sin consuelo.
Tu silencio juega con tus fracasos
más severos a aplastar furiosas promesas
incumplidas contra tu pecho,
historias doloridas.
En la quietud de la tormenta,
las estrellas se ausentan
y se esconden bajo un plato
de soledad y misterio.
Y calles abarrotadas de entes
inertes que sólo buscan un lugar
donde vomitar su absurda
y amarga tristeza.
Tienes el alma tan fría
que se han congelado tus sueños
en el regocijo de tu estómago vacío.
Desvencijada caja de resonancia,
desvalorizada por desnutridas convenciones.
Credo de perderlo todo sin darte cuenta.
Que te castigas entre traicioneros reflejos
y te purgas de toda esperanza
mientras Ana te sujeta el pelo.

martes

Tú sí que sabes bailar.

Burbuja de deseo, melodía real como soñada
Bailando con la fantasía sobre unas converse del 8 y medio.
Te imagino tumbado sobre el cráneo del sol
En ajetreo contínuo, entregado al círculo de llamas
Que corona el éxtasis en torno al banquete del amor,
Donde corren ríos de miel y se ahoga la agonía
Entre tus piernas aún tibias sobre el lienzo de la mañana.
Nidadas de caricias salvajes despiertan en lo más profundo del bosque,
Las miradas que volcaran sobre tu piel todas.
El temblor que inició tu delirio,
Pupilas que despiertan sobre tus hombros,
Ansiosas pinceladas de deseo.
Abrazo de mil enredaderas trepadoras,
Mi corazón resonante de música new age,
Tambor noctámbulo bajo tu piel.
Lagos de gemidos se escapan de los labios
Y al final la noche rompe en pequeños pedazos
El grito sempiterno, secreto tan bien guardado.
Sed que ya se apaga, fuego sofocado, sangre liberada,
Delicia en el pulso de tus muñecas y sábanas de sudor y saliva.
Aquí yaces; remoto, vertebrado, apolínea y dionisíaca figura
Que tambloroso desata los nudos en la penumbra inquieta.
Esta mañana se balancea el olvido en The Dark Side of the Moon,
Sueño de una noche de verano, secreto de bolsillo.
Y locura. Locura y quimera.