sábado

El único poeta verdadero es el soñador

¿Qué son los sueños? Pues una desordenada disposición de recuerdos inconexos, una embrollada sucesión de pensamientos que una vez estuvieron presentes en la conciencia insomne. Es una resurrección de todos los muertos en tropel (justos e injustos, nuevos y antiguos) que, emergiendo de sus tumbas resquebrajadas -con las mismas ropas que llevaban en vida-, corren desordenadamente para conseguir una audiencia del director de todo ese baile mientras se desgarran los vestidos unos a otros, allá donde se pudren las hojas de los otoños perdidos.

miércoles

Hoy no pienso pasar el aspirador

Debajo de mi cama,
junto a una montaña de calcetines,
la desesperación de un beso tardío,
juegan los gnomos con las ociosas pelusas.
Corren, saltan, ruedan,
hacen el amor tras las patas carcomidas,
peinan y colorean sus melenas
 con tintes otoñales de hojas
secas, caídas, olvidadas y pisadas;
corrigen las faltas de ortografía de intentos de poesía
arrugados, doloridos, rasgados, tatuados
en tinta negra escupida por un bic de 60 céntimos;
colocan el polvo en las estanterías, 
sepultan bajo él los libros gastados, 
desvaídos, incomprendidos, asexuados; 
distraen al gato, le atusan los bigotes 
y charlan con sus malas pulgas;
esconden mis zapatillas grises
y me recuerdan he de actualizar el antivirus. 
Y por las noches ofrecen en sacrificio ácaros vírgenes 
afincados en mi alfombra azul; 
y juran ante el altar de Lewis Carroll 
obediencia absoluta y total dedicación 
al desorden, el rock&roll y la cerveza.